El uso responsable de la energía en tu vivienda, y especialmente en tu dormitorio, es la principal preocupación de las familias. Y es que ya no solo se trata de optimizar lo máximo posible la energía que consumes sino también evitar las subidas innecesarias en tu factura durante estas fechas. De esta forma pagarás menos por la luz y el gas pero seguirás teniendo el máximo confort. En cualquier caso, de poco sirven estas iniciativas si los contratos de luz y gas que el cliente tiene suscrito no se adaptan a tu situación.

Las mejores tarifas de energía

El ahorro energético es muy recomendable por dos razones: porque es bueno para el medio ambiente y por la reducción en las facturas de la luz y el gas. En todo caso, hay veces que, sin darnos cuenta, puedes estar con una tarifa con un precio kWh alto o que no se adapte a tu situación. En la actualidad el precio del kWh en 2019 varía tanto para el gas natural como para la electricidad; es decir, que no es único: incluso dentro de una misma comercializadora cada tarifa de luz y gas tiene un coste distinto. Esto no ocurre en el mercado regulado, donde el precio por kWh es único y es el mismo en todas las compañías que lo ofertan tanto para la electricidad como el gas.

En cualquier caso, comparar tarifas de luz y gas puede ser una tarea ardua con tanta oferta. Sin duda, puede ser difícil saber qué tarifa contratar en estos casos; por suerte, existen herramientas como los comparadores energéticos, que te permiten encontrar de una forma rápida las tarifas que más se ajustan a lo que estás buscando. Si quieres saber cómo funciona esta herramienta online que no solo te permite comparar las tarifas de luz y gas disponibles sino también encontrar los mejores precios, puedes hacer click aquí: https://www.companias-de-luz.com/comparador-luz-y-gas/tarifas/.

Ya tengo unas tarifas económicas: ¿y ahora qué?

Tienes una tarifa que se adapta perfectamente a tu consumo, pagas un precio óptimo, y ahora solo te queda aprovechar al máximo la energía que utilizas. Pero, ¿cómo hacerlo? A continuación te presentamos algunos sencillos trucos que te permitirán ahorrar en tu calefacción y seguir estando muy cómodo. ¿No crees que esto sea posible? Pues entonces echa un vistazo a lo que te proponemos a continuación:

  • Escoge una temperatura ideal para la calefacción, que suele estar entre los 19 y los 21 grados. Ten en cuenta que, no obstante, la subida de tan solo un grado puede aumentar tu factura.

  • Durante la noche, cuando duermas, la temperatura tiene que ser unos grados inferior para que puedas tener un sueño reparador. No dudes en abrigarte bien en la cama con un buen nórdico; de esta forma, dormirás de una forma más cómoda, sin pasar frío ni calor, y además ahorrarás energía.

  • Por la noche también es recomendable bajar las persianas para que no te entre frío y, por supuesto, cerrar las ventanas - recuerda que si la ventana es doble, menos frío entrará.

¿Y qué pasa si no tienes calefacción? ¡No te preocupes! Además te todo esto, puedes seguir otros consejos que puedes encontrar aquí.

Usar responsablemente la calefacción en tu dormitorio podrás ahorrar energía y dinero en tus facturas mensuales. Descubre en este artículo cómo conseguirlo.  

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